Cómo sellar grietas y evitar el ingreso de plagas a tu hogar
Sellarlas correctamente no solo mejora la apariencia y conservación de los ambientes, sino que también actúa como una medida efectiva de prevención contra plagas. A continuación, te contamos cómo identificar las zonas más vulnerables y qué pasos seguir para mantener tu casa segura, limpia y libre de intrusos.
1- Detectar los puntos críticos
El primer paso es observar con atención. Las grietas suelen aparecer en lugares donde hay movimiento estructural o diferencias de materiales, como uniones entre paredes y marcos de puertas o ventanas, juntas del piso o techos, y alrededores de cañerías o rejillas.
También conviene revisar los espacios menos visibles: detrás de muebles, bajo las mesadas, en los zócalos o en la parte exterior de la vivienda, donde pequeñas fisuras pueden servir como acceso para insectos rastreros o ratones.
Un truco sencillo: por la noche, apaga las luces y pasa una linterna por las paredes y aberturas. Si ves filtrarse la luz hacia el otro lado, hay un punto que necesita sellado.
2- Elegir el sellador adecuado
No todas las grietas son iguales, y por lo tanto, tampoco todos los selladores sirven para lo mismo. Elegir el producto correcto es clave para lograr un resultado duradero:
- Silicona o sellador acrílico: ideales para juntas en interiores, alrededor de marcos de puertas y ventanas o uniones con cerámicos. Son flexibles y fáciles de aplicar.
 - Espuma de poliuretano expansiva: perfecta para sellar huecos más grandes o cavidades en muros y techos. Aísla del frío y el calor, y evita el paso de insectos.
 - Cemento o masilla para exteriores: recomendados para reparar grietas estructurales o fisuras expuestas a la intemperie. Soportan la humedad y los cambios climáticos.
 
Antes de aplicar cualquier producto, es importante limpiar bien la superficie, eliminar restos sueltos y asegurarse de que esté seca.
2- Aplicación paso a paso
- Limpieza: retirá polvo, grasa o pintura suelta con un cepillo o espátula.
 - Relleno: aplicá el sellador elegido siguiendo las instrucciones del envase. En el caso de grietas profundas, puede ser necesario hacerlo en dos capas.
 - Nivelado: pasá una espátula húmeda o el dedo (con guante) para alisar y asegurar una cobertura uniforme.
 - Secado: dejá secar completamente antes de pintar o aplicar revestimientos.
 
En zonas exteriores o expuestas al agua, asegurate de usar productos resistentes a la humedad o de terminarlos con pintura impermeable.
3- Ventanas, puertas y rejillas: las áreas más olvidadas
Aunque muchas veces se enfocan los esfuerzos en las paredes, las aberturas también son una fuente importante de filtraciones. Reemplazar burletes viejos o dañados, colocar mallas metálicas en rejillas de ventilación y revisar los sellos de los marcos puede marcar una gran diferencia.
Además, los marcos de aire acondicionado o los espacios alrededor de cañerías son sitios por donde suelen ingresar cucarachas o roedores. En esos casos, la espuma expansiva o una masilla especial antihumedad es la mejor opción.
4- Mantenimiento y prevención
Sellar las grietas una vez no basta: es necesario revisar periódicamente el estado de las paredes y aberturas. El clima, la humedad o las vibraciones pueden generar nuevas fisuras con el tiempo. Una buena práctica es inspeccionar la vivienda al menos dos veces al año —antes del verano y del invierno— y realizar pequeñas reparaciones preventivas.
Además, mantener el orden y la limpieza es fundamental para evitar que las plagas encuentren alimento o refugio. No dejar residuos expuestos, revisar los desagües y guardar alimentos en recipientes herméticos son medidas complementarias esenciales.

