La importancia de mantener limpias las piscinas

Riesgos de no mantener limpia la piscina

Pocas cosas hay tan antiestéticas como una piscina sucia: su color verdoso y turbiedad no invitan precisamente al baño. El viento y la lluvia van depositando impurezas sobre su superficie, cuya descomposición origina gérmenes nocivos.

El agua estancada es un entorno propicio para todo tipo de microorganismos perjudiciales para la salud. La única forma de evitar que la piscina se convierta en un foco de infección es limpiarla y tratar el agua con productos químicos especiales.

Bañarse en una pileta sucia es una actividad de riesgo. El resultado de no mantener limpia el agua es la proliferación de algas, hongos y bacterias. Estos intrusos microscópicos causan diversos trastornos dermatológicos, respiratorios y gastrointestinales. Afecciones como la otitis y el pie de atleta son los más frecuentes, pero no las únicas.

El mantenimiento de piscinas es un proceso complejo que implica la utilización de distintos productos químicos (cloro, fungicidas, antialgas…). Hemos de tener en cuenta que si su administración supera los niveles recomendados también resultan perjudicial para la salud.

Principales medidas para el mantenimiento de piscinas

• Temperatura: unos 25 °C.
• Nivel de cloro: 1–3 partes por millón (PPM)
• Mantener el nivel exacto de PH: entre 7.2 y 7.6 (7.0 indica la neutralidad absoluta del agua)
• Revisar los niveles de desinfectante y de pH al menos dos veces al día para garantizar la inexistencia de gérmenes.
• Realizar la desinfección del agua: Limpiar las zonas que rodean la piscina con agua y cloro.
• Filtrado del agua: Es importante realizar el filtrado del agua durante algunas horas, además de cepillar las paredes y el suelo de la piscina. Para filtrar el agua es necesario esperar unas 12-24 horas para que todas las impurezas desaparezcan con el uso de la máquina limpia fondos, llevando toda la suciedad directamente al desagüe sin pasar por el filtro.
• Mantenimiento del agua cristalina. Entre las causas que provocan que el agua en enturbie se encuentran: niveles de pH demasiado altos, mala filtración de las aguas por atascos o suciedad o presencia de algas (pequeñas partículas sobre el agua).